Conocimiento cotidiano

 

Dentro de los tipos de conocimiento, también podemos clasificarlos de la siguiente manera:

a) Atendiendo a la manera como se adquiere: intuitivo y discursivo; el conocimiento intuitivo, se adquiere por la aprehensión directa, por evidencia inmediata; en tanto que el discursivo es adquirido por el uso del razonamiento, en donde del conocimiento anterior se van formando una serie de proposiciones que nos sirven para llegar a una conclusión.

b) Por la fundamentación y universalidad: empírico, científico y filosófico.

En la clasificación de su universalidad de igual modo podemos encontrar el conocimiento cotidiano, el cual comprende el conjunto de saberes propios, genuinos y naturales de cada persona que se adquieren a través de la experiencia, en el contacto directo con las cosas, o en interrelación con las personas. Es aquel conocimiento que el hombre aprende del medio donde se desenvuelve y que, generalmente, se transmite de generación en generación, por tradición, costumbres y creencias.

Es aquel conocimiento que es basa en la percepción inmediata de los sentidos, lo que habitualmente se denomina sentido común. Esta percepción espontánea no supone una explicación causal verificada sino tan solo una asociaciones descriptivas. Muchas de estas percepciones que por siglos han formado parte del saber común subsisten como confusas metáforas del lenguaje, por ejemplo, cuando decimos que el sol “sale” por el este “se oculta” por el oeste. El sentido común indica en efecto que el sol se asoma y se pone, aunque como bien sabemos hoy, es la tierra la que en realidad gira sobre sí misma a través del movimiento de rotación. En este sentido, puede sostenerse que el conocimiento cotidiano no es necesariamente "incorrecto" aunque sí "impreciso".

Así pues, el conocimiento cotidiano se contrapone con el “conocimiento científico” que supone una determinación causal de los fenómenos. Ahora bien ¿en qué sentido puede ser considerado “conocimiento” un saber intuitivo y no causal? En el sentido en que puede resultar simplemente útil al individuo desde una perspectiva práctica. Aun cuando se desconozcan las causas del fenómeno, el sujeto puede realizar predicciones cotidianas que legitiman su saber.

Es el conocimiento del mundo y de nuestro entorno que la gente utiliza todos los días y se adquiere como resultado de la propia experiencia de la vida cotidiana.